En días de crisis y de paro se rifan las Españas cementerios. No existe alcalde que n pida la bomba nuclear para su ghetto. Un stock explosivo bien guardado entre ovejas y páramos muertos lo piden los ayuntamientos como un pobre pide un premio cargado de millones a la suerte. Tranquilos, ciudadanos, muy tranquilos: no mata, no mancha, no envenena. |
El marido de Tamara Falcó abre una casa de comidas
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En el centro de Madrid
se abrió Casa Salesas
financiada por Íñigo
el marido de Tamara
mientras Dios así lo quiera.
Es un restaurante caro
con comidas de pr...