Redonda cayó en el suelo
doña Isabel Pantoja
al salir de los juzgados
libre de prisión y airosa.
Tan sólo le ha caído
una condena de euros
para que pueda seguir
cantando a su marinero.
Hasta podrá entonar
nanas a su primer nieto
fuera de fríos barrotes
donde penan pobres reos.