Era un domingo frío
y España peligraba
cuando despertó en Madrid
la guapa Carmen Lomana.
Carmen cogió su bandera
y salió rauda a la calle
gritando España es una
y no nos la jode nadie.
En Moncloa tembló todo
incluidos los esposos
Sánchez aún abrazados
porque se estaba armando
una revolución rosa
en el Madrid de los Austrias.
Carmen sacudía el trapo
que representa a España
y los paseantes iban
sumándose a sus pasos
de mujer de pasarela
que habla como las grandes.
Yo también iba gritando
¡Viva España y su Carmen!
Tanto grité que me oí
hoy en el telediario.
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A mis hijas le regalaron por Reyes un par de plumas de la Colección Meisterstück de Montblanc unos amigos nuestros y fue todo un acierto, no por lo que les gustaron a las niñas sino por lo mucho que me gustaron a mí. tiendacoruna.blogspot.com |