Carlos Falcó y su esposa
tuvieron un mal decir
en un hotel y acabaron
dando mucho que decir.
Tantos gritos ellos dieron
que llegó la policía
alertada por los huéspedes
preguntando si había
una mujer maltratada
por un noble por su título.
Nada de eso ha pasado,
sólo ha habido crisis
entre un viejo millonario
y su esposa guapa y triste.
La esposa no denuncia
por mucho que le insisten
los serios uniformados
con la Ley Antimachistas.
Seguro que hablará
en una gran exclusiva
cuando decida dejar
al marqués y a sus vinos.
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