Le gusta al sindicalista el lujo del nuevo rico y se nos fue de crucero olvidando que hay crisis. ¿Crisis para quién, señores? buen crucero, buenos platos, vestido como un príncipe y su señora luciendo los trapitos de una pija. ¿Quién le paga al sujeto tanto lujo en barquitos? Los currantes que cobramos unos salarios muy míseros. |
Mi casa huele a bergamota
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Cada mañana, me levanto temprano en mi pequeño apartamento de Nueva York y
me preparo para el día que tengo por delante. Antes de salir de casa, me
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