Pepe Blanco puso orden
en el PSOE navarro
cuando Puras y Chivite
apalabraran un pacto
con los de Nafarroa
Bai de segundo llamados.
Mientras Pepe les reñía
ZP andaba por Parla
oliendo todas las flores
florecidas en verano.
Zapatero deshojara
la margarita en Palacio
y le había salido
una resta por el pacto
en los votos necesarios
para ganar cuatro años
en la Moncloa mandando.
El señor Puras lamenta
el sillón que se le escapa
por no ser él el patrón
que decide con quien habla.
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