Una pared de estrellas
escalan el edificio
ocultando con sus luces
al Niño Dios de aluminio.
¡Qué frío me da mirarlo!
¡Qué dolor me da su frío!
Quitaría mi chaqueta
para tapar al Dios Niño.
Que baje el sol a acunarlo
con rayos de padre amigo
y se lleve a la luna
de vacaciones al Caribe.
Duerme, Niño, y no llores
dentro de tu cuerpo frío,
tu destino es un trono
tras sufrir duros caminos.
¿Chef por primera vez? - Sé un mejor Cocinillas.
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