No se nos asuste el clero
y demás ultracreyentes,
doña Tere lo que quiere
es esconder los problemas.
Sube el paro mes a mes,
los precios andan al vuelo
sobre las altas montañas
donde la cartera vuela.
¿Qué nos importa, señores,
un padrenuestro de menos
cuando la crisis existe
en nuestra pobre existencia?
Los dineros del reparto
no los cuestiona el Gobierno;
mucho laicismo de boca,
pero poco lo demuestra
a la hora del regalo
del concierto a los colegios
con ideario de traeme
al niño que gano euros.
Callan todos los obispos
y rezan por el pesebre,
no el del Niño Señor,
sino el del Caballero.
Mari Tere habla sola
de laicidad en las leyes
mientras al fondo se oyen
los rezos de todo el clero.
Rezan por esas casillas
de la renta IRPF,
por el concierto escolar
y demás regalos tiernos.
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