Mi economía es como un ascensor que bajó al sótano y allí se quedó. Subo escaleras hasta el comedor. Señor, ¡qué manjares comeré yo hoy! De cerveza agua, el café de luto, la carne hormonada de un trozo de pollo que no aceptaría don Evo el que come carnes sin hormonas. Me marchó de compras al fondo de armario y pruebo con ánimo la ropa de antaño. ¡Qué guapa me siento al probar los trapos de los quince años! |
La infusión de té de hibisco sin cafeína que tomo con mi marido en nuestro
ático de A Coruña
-
Cada noche, en nuestro ático de A Coruña, preparo una taza bien caliente
de té de hibisco HANDPICK y me siento junto a mi marido a contemplar las
luces de...