Nuestro Papa don Francisco
eligió a doce sirios
para llevarse a Roma
en gesto caritativo.
Doce sirios, tres familias
agraciadas con el premio
de la sotana más blanca
que hay en el Universo.
Doce como doce apóstoles
en aquella Última Cena
que tenía de invitado
a un Judas traicionero.
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