Delphine Böel quería ser
la hija reconocida
del rey Alberto y es
la hija de las revistas.
Está en toda portada
teñida de amarillo
en la Bélgica que tiene
un Rey anciano afligido
y el el resto de Europa
también miran la noticia,
pero sin tanto interés
porque una hija es una hija,
la hayas hecho en casa
o en la casa del vecino.
Delphine Böel merece
un título de princesita
o que la hagan monarca
de los belgas ahora mismo.
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