Tamara Falcó desnuda
su cuerpo a los cuarenta
en las playas portuguesas
para el ¡Hola! que le compra
la caída de sus senos.
Los cuarenta no perdonan
y pasan una certera
factura de cuatro décadas
a una piel arrugada
con poca grasa en el vientre.
Se ríe feliz la joven
marquesa por una herencia
de un padre fallecido
a causa del covi ese.
Una portada consigue
su desnudo en dos piezas.
Seguro que doña Preysler
celebra tanto dinero
que ha ganado la hija
que juega a parecerse
a la perfecta anfitriona
cuando viene Nochebuena.
Si quieren ver esas fotos,
entren gratis y las tienen
al menos en la portada
para ver a la marquesa
de Griñón de vacaciones
con la medalla al cuello.
Tamara sigue rezando
a ese Dios que ella quiere.
Va de castellana vieja
cuando Dios ya no se lleva.
Tamara Falcó protagoniza unas de las imágenes del verano en las que confirma no solo su gran cambio físico, sino también el parecido, cada vez más evidente, a su madre, Isabel Preysler. En la ... www.hola.com |