Vestidos con el jersey
regalo de su Amancio
la plantilla de Inditex
aplaudió con mucho ánimo
al patrón que tanto quieren
mientras sus sueldos les pague.
Al frente del gran aplauso
estaba la niña Marta
y se lanzó a los brazos
de su padre ya anciano.
¡Cómo lloraba Amancio!
¡Cuántos besos ella daba!
Las mascarillas hicieron
muy bien hecho su trabajo:
no hubo ni un contagio
pese al beso y al abrazo
de la hija a su padre.
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