Quedó Lugo sin Duque mientras Elena no reemplace al padre de sus hijos por otro anillo que nos la case. Los duques van y vienen como las olas de una playa. Hoy les juras amor, mañana dices larga de casa que no te amo. Da lo mismo si eres hija de Rey o nunca fuiste una Infanta. Princesas y plebeyas nos divorciamos cuando nos place. Felicitemos, pues, a doña Elena por el gran paso al club de liberadas. |
Mi casa huele a bergamota
-
Cada mañana, me levanto temprano en mi pequeño apartamento de Nueva York y
me preparo para el día que tengo por delante. Antes de salir de casa, me
gusta...