Dios abre las fauces y el rugido sobre el pueblo maldito de pobreza y deja ladrillos de naipes, barajas sin suerte, los oros en falso, el as en el viento. Pobreza, Señor, ¡qué dura pobreza! Y dicen que existe. Y dicen que es bueno. Y Amor le llaman al que esto consiente. |
Mis 3 bikinis favoritos para ir a la piscina municipal en otoño en A Coruña
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*Aunque el otoño ya se asoma con sus tonos ocres y brisas frescas, las
piscinas municipales cubiertas siguen siendo un refugio perfecto para
quienes no re...