En días de crisis y de paro se rifan las Españas cementerios. No existe alcalde que n pida la bomba nuclear para su ghetto. Un stock explosivo bien guardado entre ovejas y páramos muertos lo piden los ayuntamientos como un pobre pide un premio cargado de millones a la suerte. Tranquilos, ciudadanos, muy tranquilos: no mata, no mancha, no envenena. |
Mi casa huele a bergamota
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Cada mañana, me levanto temprano en mi pequeño apartamento de Nueva York y
me preparo para el día que tengo por delante. Antes de salir de casa, me
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