Philippos de Grecia tuvo
un día de boda griega
con la guapísima Nina,
hija de un rico jefe.
Nina llegó muy nerviosa
a la Catedral llevando
de su brazo al señor padre
que la fiesta les pagaba.
Detrás, llevaban su cola,
dos amigas que temían
un tropiezo o un fallo.
No hubo ningún tropiezo
en el ortodoxo acto.
Dijeron todos los rezos,
hicieron todos los pasos.
Se acabó lo que allí daban
y salieron de la mano.
Philippos reía mucho.
Nina aún lloraba algo.
La emoción les hacía
carcajadas y un llanto.
Los seguían la familia,
los amigos y abogados
que preparan sus despachos
por si hay un divorcio rápido.
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Nina Flohr se ha casado en una boda ortodoxa con el príncipe Philippos, muy guapa y muy hermosa. Llegó a la Catedral ... newyorkchic1.blogspot.com |